viernes, 17 de junio de 2011

Una aventura de verano.

18 de Junio de 2011.

Una fecha que nunca olvidaré.





Primero, fuimos a casa de Jaime a coger la bebida. Todo estaba saliendo a la perfección, y en la vida había esperado tanto unas vacaciones. Eso de la Universidad no es como la pintan en las películas, realmente es difícil. Cuando llegamos, le llamamos, pero... ¡Oh! ¡Sorpresa! No estaba. Esperamos cerca de media hora, y entonces sonó el móvil de Cris. 

-¡Biiip, Biiip!
-¡Anda! ¡Parece que Jaime por fin se ha dignado a responder a las llamadas! 
-¿Y qué esperabas, Cris? Además, seguramente estaba ocupado, o algo. - le defendí.
-Uy... pero esto es...
-¿Qué pasa? ¿Algo malo?
-Bueno, según lo que leo, resulta que Leo no viene, y Marta tampoco...
-¿Dos mensajes?
-Sólo... uno...
-¡MUA, JA, JA! ¡Lo sabía! ¡Sabía que se enrollarían! Me debes 10 pavos... - esbocé una sonrisa picarona.
-Mmm... esto no quiere decir que se hayan enrollado, simplemente puede que... Vale. Se han enrollado.
-¿Y ese cambio tan repentino de opinión?
-FB y sus milagros para móviles con acceso a la red. 
-¿Han subido fotos ya? 
-Sí... -su rostro cambió a una cara de triste decepción.
-Pero... ¿Dónde coño se ha metido este hombre? 


Tras una larga hora, y 46 perdidas, me harté. Saqué la llave de hermanos (es un ritual de hermanamiento, cada uno le da una copia de su llave a sus mejores amigos, es habitual en universidades donde la gente se aburre) y abrí el patio. Cris y yo entramos. Subimos a su casa. Cogimos la bebida. Ya que estábamos ahí, me conecté un momento, para avisar a Charlie y a Nía de que podíamos quedar ya. (Por suerte somos previsores, como Jaime siempre saca cualquier excusa para no acudir a nuestras quedadas mensuales, ya íbamos preparados) 

-Hum... ¡mira eso! ¡Ja, ja, ja, ja! -Estuve riéndome como medio minuto.
-¿Qué pasa? ¿Qué pasa? ... Oh-Dios-mío.
-Milagros de la red, ya sabes. Bueno, Lía y Charlie dicen que a la 1:30 en la plaza de Vicky. 
-¿También viene vicky? - dijo esperanzada.
-No, vicky hace ya tiempo que pasa de nosotros. Se ha buscado otros amigos "con los que jugar".
-Ya...

Al final, a eso de las 2, llegamos al pueblecito a las afueras donde solíamos beber y contar historias de miedo. Aunque miedo solo tenía Toni, que siempre iba fumado y no se enteraba de nada, pero se enparanoiaba como nadie. Pero cuando llegamos, no vimos a nadie, y otra vez a llamar a la gente. ¡Asco de grupo! ¡Nunca estamos localizables! ¡Y encima yo hoy tenía la oportunidad de haber ido a casa de Linda para... "charlar", y me he venido con estos cafres sólo por mantener la tradición! ¡Y a ellos se la suda! A veces creo que soy el único que cree en la importancia del grupo. 

A los pocos minutos nos empezaron a llamar Alberto, Toni, Sami, y Edgar. 


Pedían auxilio...


Algo les estaba ocurriendo. Y yo, mientras, pensando sólo en una persona. "Seré egoísta".





Primera parte de "Una aventura de Verano." Aprovecharé ahora que tengo tiempo para intentar actualizar lo máximo posible. Y os aviso:


En verano, creo más.

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