miércoles, 24 de octubre de 2012

La muerte de la existencia.

¿Nunca has sentido una atracción especial hacia tu muerte? ¿No? ¿¡En serio!? 



Vaya... pues lo veo normal. La mayoría de la gente está acostumbrada (gracias a su cultura, a su sociedad) a temer a la muerte. Sin embargo, hay personas (como un presente) que, por la razón que sea, sienten una atracción especial, se podría llamar "curiosidad". Pero es que, ¿cómo no puedes sentir curiosidad por lo único en la vida a lo que no vas a poder escapar? 

¿Qué habrá detrás de la muerte? 
"-Ni lo sé, ni me importa"- contestarían muchos.

Y ahora, un poco precipitadamente, asaltaré el tema de la existencia. 

¿"Pienso luego existo."? Me parece correcto, sí. Sin embargo, y por lo menos en mi realidad, hay seres inertes (piedras, madera, plásticos...) que no piensas, pero existen. ¿Y esto a qué viene? Pues a que muchas personas actúan igual. Piensan, pero no son conscientes de su existencia. Son los llamados autómatas, prácticamente máquinas cuya finalidad es cumplir una función banal, de simple peón, en este mundo que cada vez está más enfocado hacia eso. Y esto los hace débiles. Bueno, más que débiles, los hace completamente marionetas. Pero, ¿marionetas de quién o quiénes? Pues ante las mentes fuertes, ante el miedo y ante la manipulación mediática. Por esto, yo, en un alarde de completa locura o quizás pálida lucidez, propongo lo siguiente:

Estos "seres", vivos pero sin voluntad, no son más que la extensión de la realidad mental de aquéllos que tienen la suficiente conciencia. Pero para imaginar esto habría que imaginar otro plano que nada tiene que ver con lo que vemos día a día, habría que abstraerse a otras dimensiones, universos, o como lo queráis llamar. 

También, si os gusta menos imaginar y quedaros en este mundo que podéis percibir, podréis contemplar mi idea secundaria, más terrenal, acerca de estos individuos: 

En esta idea expongo que son extensiones de la realidad mental de los individuos con una conciencia fuerte, como en la anterior, pero esta vez es desde un plano real. Quiero decir, los marionetistas serían plenamente controladores de las otras personas, por simple manipulación. Si queréis un ejemplo nada demagógico:

Un banquero (jefe) se aprovecha de su poder de coacción sobre sus empleados (amenaza de despido y las connotaciones sociales que conlleva esto) para, por ejemplo, hacer que vendan unos préstamos o unas ofertas completamente inviables a todas las personas que puedan, e incluso que mientan si hace falta.

La ironía de esto es que el ser con más capacidad de razonamiento y conciencia sería el que menos remordimientos tuviera. 


Pero... ¿por qué esto no puede ser verdad? ¿Qué sabemos de la realidad en la que existimos? ¿En qué deberíamos creer? 

Son muchas las preguntas que me vienen a la mente al escribir este ensayo, pero quizás la que más me importa, y la que más interesante planteo es la siguiente: 

¿Es la muerte el fin de tu existencia o es, sin embargo, una transición de tu realidad a través de las dimensiones y el universo? (o lo que sea que haya en la totalidad de todo lo que podamos imaginar)

1 comentario:

  1. Podríamos comparar ideas e indagar juntos durante horas. Discrepo de un par de cosas y matizaría otras. En otras tantas sencillamente te aplaudo y comparto ese interés.

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