martes, 31 de mayo de 2011

Versos Libres.

Hay algo...







Se nota, se siente 
en el ambiente, 
se ve perfectamente
como su cuerpo
reacciona con mi mente.


Esté en el aire,
o esté en el mar...
sea lo que sea,
me ha hecho despertar.


Es extraño,
ya vivido,
porque antaño
ya fue conocido.

Me hace pensar,
me hace sentir, 
me hace temblar
con solo existir.


Me puede,
no entiendo la causa.
Entiende
que no hay una pausa.


No hay un "Stop" al que poder darle,
sólo existe un camino allá, adelante, 
y si intentas escaparte, no podré pararte, 
pues en mi mesa es el jugador el que reparte.


Y al final, ¿Qué quedarán?
Restos vacíos, sin identidad.
Pero quizá, y sólo quizá,
consiga acogerme en su vanidad.








Y hasta ahí toda la inspiración que me ha venido de camino a mi casa. Que no es poca, por cierto. Tenéis de diversos tamaños y rimas... 


para gustos, versos. 

domingo, 22 de mayo de 2011

Sociedad I




 El ser humano es un animal social. Y como tal, desde que nace hasta que muere se halla inmerso en un sistema en el cual convive con otros individuos de su misma especie, al igual que los lobos se agrupan en manadas y las termitas se organizan en su termitero. Estos sistemas de convivencia es lo que denominamos como Sociedad.

Desde alguna etapa de nuestra historia, bien pudiera ser el neolítico, la sociedad humana se ha dividido en tres clases, que si bien a lo largo del tiempo han adoptado diversos nombres, finalidades e intereses, este esquema social se ha mantenido inmutable a lo largo de generaciones.

Las tres clases en las que se dividen la humanidad son las siguientes: Altos, Medianos y Bajos. Todas ellas poseen unos objetivos e intereses distintos, que a su vez son incompatibles y opuestos.
Los Altos planean mantenerse en su posición privilegiada, el objetivo de los Medianos es derrocar a los Altos y los Bajos intentan destruir las desigualdades y vivir juntos equitativamente.
En ocasiones, los Altos, por distintas circunstancias, acaban siendo derrotados por los Medianos, convirtiéndose estos en los nuevos Altos. Durante el proceso, los Medianos utilizan a los Bajos para sus propósitos al asegurarles que ellos representan la libertad y la igualdad, pero una vez alcanzados sus objetivos, les relegan de nuevo a su antigua posición. Este proceso se mantiene hasta que un nuevo grupo de Medianos surge para derrocar a los Altos de ese momento, volviendo a repetirse el mismo movimiento cíclico.

Los seres humanos no somos ni nunca seremos iguales. Y Dios bendiga esta diferencia. Pero lógicamente hablando en un plano individual. Esto es, las diferencias tanto de personalidad como de apariencia entre personas. Pero hablando como raza, como el conjunto global de seres pertenecientes a un mismo género, algo mucho mas elevado que las características individuales y por tanto, mayor que una sola persona, las desigualdades habrían de ser inexistentes. Por desgracia, esta situación nunca se ha producido.

Prácticamente todas las civilizaciones en la historia humana se han compuesto a partir de este esquema inamovible. Los romanos, por ejemplo, no hubieran desarrollado tantos avances arquitectónicos ni expandido tanto su imperio de no ser por los esclavos utilizados en la construcción de sus grandes obras. Lo mismo podría decirse de otros grandes imperios como el Egipto, Chino, Mayas... Lo mismo ocurre en la con el sistema capitalista. Todo el progreso tecnológico alcanzado hasta nuestros días se basa en este principio de explotación a la clase baja.  Pero como ya dije en una ocasión (y en esa ocasión me copie la frase de una canción de Mägo de Oz) ¿El verdadero progreso donde se encuentra? ¿En nuestro espíritu o en una central nuclear? Este tema ya seria entrar en cuestiones más bien filosóficas. Pero es que hasta los primeros filósofos griegos no habrían ideado tantos pensamientos de no ser por el tiempo libre del que disponían al tener esclavos que se ocupasen de los trabajos que de otro modo tendrían ocupadas sus mentes. 

Existe una característica que distingue nuestra sociedad al compararlas con las distintas estructuras sociales presentes en la naturaleza, como las ya mencionadas manadas de lobos o termiteros. ¿Es acaso nuestro grado tecnológico? ¿Nuestra inteligencia superior? No, mucho más simple. La propiedad privada.


Continuará...

No os olvideis de comentar
Gracias

sábado, 21 de mayo de 2011

Sueños Lúcidos.

Oh dios mío. OH DIOS MÍO. 





Lo primero, ¿sabéis lo que es un sueño lúcido? No, no son esos sueños en los que estás rodeado de "vaginas" ni cosas por el estilo, aunque bueno, si tú quieres, podrían serlo. Veréis, un sueño lúcido es aquel en el que eres consciente de que estás soñando, y puedes controlar todo lo relacionado con el sueño. Yo todavía no puedo controlarlo todo, porque esta ha sido la primera vez que lo he intentado y me ha funcionado (soy el mejor, lo sé). El caso es que... dios, qué poderío, en serio... es impresionante... es como si fuera real, pero no... puedes hacer lo que quieras, sin consecuencias... yo no os contaré todo lo que hice, porque para algo fue mi sueño, pero todavía no conseguí salir de mi casa (no tenía las llaves... ¡ja, ja, ja!). El caso es que todo empezó como si fuera una pesadilla, y eso me ha encantado. La situación era que estaba en mi cama, completamente inmóvil, y había una especie de serpiente brillante o algo así que me miraba fijamente a los ojos. Utilicé el truco que leí en una revista sobre este tema. Al segundo, después de hacer "toda la fuerza mental que pude", estaba de pie ahogando a la serpiente. De ahí para adelante todo han sido risas... me ha dado tiempo a vivir un sinfín de situaciones en apenas 40 minutos que ha durado el sueño... y la mayoría sin ni siquiera salir de mi cuarto. Cuando empiece a controlar el salir a la calle... va a ser bestial. 


¿Y cuál es el truco? Ay, amigos míos, eso os lo vais a tener que buscar si realmente os interesa tener un poder absoluto en vuestros sueños... que, os aseguro, que no os defraudará. Y, por supuesto, no os aseguro que os funcione a la primera. Yo creo que a mí me ha funcionado porque era una pesadilla... y yo cuando tengo una pesadilla no puedo despertar hasta que acaba. Muchas veces he sido consciente en un sueño de que era un sueño... ¿y sabéis qué pasaba a los pocos segundos? Estaba despierto.


Bueno, lectores, os aseguro que el sueño onírico (que también va relacionado en una pequeña parte con la filosofía budista) es algo... 




espectacular.

domingo, 15 de mayo de 2011

Aceptación de uno mismo.

En fin, la de vueltas que da la vida, ¿eh? Pues no tantas, amigos, no tantas...







 Sobretodo para la gente que está continuamente llamando la atención... y no me refiero a mí mismo, aunque admito que en ocasiones, como a todo el mundo, me gusta ser el centro de las miradas... la persona de la que todo el mundo depende durante escasos segundos, pero eso no es de lo que voy a hablar. Esas personas que necesitas ser siempre el centro de atención, ésos a los que todo el mundo mire a cada instante... ésos que necesitan saber que existen por algo más que por ellos mismos. Frágiles como terrones de azúcar, por supuesto estos... "seres", por llamarlos de alguna forma, también salen mal parados de eso que ellos mismos provocan, pues ser el centro del mundo requiere unos sacrificios y unos derechos vulnerados, sin embargo para éstos, eso es una pequeñísima parte comparado con el cargo de conciencia que llevan encima... ¿por qué? Por la razón que sea. No son capaces de permanecer solos, y ello provoca ansiedad, fatiga, mareos... y demás efectos secundarios de la soledad. Son "personas" que no saben afrontar el estar consigo mismos y ello les provoca el tener que estar siempre rodeados de gente. Cuando ven que empieza a desaparecer esa gente, notan cómo empiezan a delirar, como sus acciones se vuelven más y más "a la desesperada" y cómo, finalmente, acaban perdiendo la cordura. ¿Por qué? Porque no se aceptan a ellos mismos.

Para los demás, para aquellos que sí podáis vivir en comunión y armonía con vuestro YO interior... os felicito. Aunque vosotros, o por lo menos si no un total una mayor parte, no hayáis tenido dificultades para miraros al espejo y decir "Sí, este/a soy yo.", hay también unos pocos que, por la razón que fuese, han pasado dificultades en sus vidas, y les ha costado más aceptarse a sí mismos... pero al final lo han hecho. Porque lo que importa no es que los demás te acepten, es que te aceptes . Si no haces eso... es como el respeto. Si no respetas a tu cuerpo, nadie lo hará. Os puede parecer una tontería, pero pensar en el típico payasete de clase... ése que se auto-degrada para sacar gracietas tontas que sólo le llevan a una humillación inútil. Hay que saber reírse de uno mismo, pero jamás hay que humillarse ante uno mismo. 

Y bueno, retomando el tema (que siempre se me va en dar detalles), hay que saber saber convivir con tu propia identidad, y aceptar cada ápice de tu propia identidad. Si, en algún momento, notas algo en tu conducta que no te parece bien, cámbialo. ¿Así de simple? Bueno, siempre se ha dicho que el hombre puede transformar lo difícil en fácil y lo fácil... en imposible. Pero para algo está eso a lo que llaman "retos", ¿no? ¡Sal ahí fuera y demuestra quién es realmente feliz con lo que es! Aceptarse a uno mismo no quiere decir que te guste todo en ti y no quieras cambiar nada, no. O bueno, por lo menos para mí no. Para mí, aceptarse a uno mismo es, simplemente, ser feliz con lo que eres. Si hay algo en ti     que te disgusta... acéptalo, porque si no lo aceptas, luego no servirá de nada lo que hagas, y, posteriormente ya estés a gusto con la totalidad de tu ser, decide si realmente es necesario cambiar eso que te preocupa.... porque, creáisme o no, muchas veces es cuestión de mentalizarse... porque por cualquier mala experiencia, pues uno ya cree que "tiene pocas luces", o que "le sobran unos quilos", o que "estaría mejor muerto" (clara referencia a un humor poco presente en este escrito), y cuando te aceptas... pues ves que eso que tantíisimo te preocupaba, era sólo una paranoia, una perversión de la realidad creada por cualquier traspiés... como consejo que os doy, hacer todo lo que podáis para estar en equilibrio con vuestro YO interior... es lo único que os salvará de odiaros a vosotros mismos y... bueno, tener un final poco digno de un lector de nuestro Blog. 


Así que ya sabéis, sea lo que sea que os atormente, aceptarlo, la vida es así, tiene sus cosas buenas, sus cosas malas... es más simple de lo que pensáis. Si realmente conseguís daros cuenta de que eso que os molestaba tanto no era más que una tontería, algo absurdo, podréis daros por muy satisfechos, pues habréis conseguido la armonía que os faltaba con vuestro cuerpo... 




el perfecto equilibrio.



Ya sabéis que esto es pura opinión, y si tenéis una opinión sobre mi opinión, me alegro, porque querrá decir que tenemos lectores con criterio. Espero, como siempre, que os haya encantado este texto sobre otro de tantos temas que, si el tiempo me deja, compartiré con vosotros. Ale, a disfrutar de la tarde que ya no llueve.

sábado, 14 de mayo de 2011

Dicen que a mal tiempo, buena cara...

... por eso siempre me veréis feliz.


Siempre sonreiré. Y sobretodo, espero, que ya nunca más deje de ser yo quien me controle. Porque dejarse llevar es fácil, sí, pero llega un momento en el que te tienes que plantar, tienes que decidir qué es mejor, o mejor dicho, qué es menos malo... porque hay situaciones en las que no hay una buena elección. Las buenas elecciones se toman al principio de un camino, cuando el recorrido es largo y queda mucho por vivir... cuando estás a mitad de camino, tus posibilidades de cambio se reducen... 

Hay quienes, aún a riesgo de tardar más en llegar a sus destinos, se dividen en grupos para ir por diferentes caminos, y cuando encuentran el camino adecuado, vuelven al punto de partida y van directos a la meta. 

Los hay que van por donde les guían, y eso les puede llevar tanto a la gloria como a la muerte. 

También los hay que toman decisiones a cada instante en el camino, y eso les ayuda a entender mejor el terreno que están recorriendo. 

Y luego están los que se pierden en medio de un camino y acaban ahogados en un río. Los que se pierden en una selva y resultan devorados por pumas. Los que se pierden en un camino, largo, que no lleva a ninguna parte, y acaban exhaustos de tanto caminar, se rinden, y perecen en el olvido. Los que se pierden en un tramo que es una circunferencia, un bucle, y no hacen más que tropezar y tropezar con lo mismo una y otra vez, y al final acaban sin ánimos, como en el caso anterior, y también perecen en el olvido. 

Sin embargo, también están los que se pierden... pero recuperan su camino. Los que dan vueltas y vueltas... hasta que ven un hueco en el camino, y se preguntan qué pasará si salen de ese bucle infinito que acabará matándolos. Los aventureros que, aunque sea un camino recto y aparentemente ilimitado, se lanzan a vivir experiencias para tener algo interesante en sus vidas. Los que, por muchos peligros que acechen, se meterían hasta en la más oscura cueva, en el más frondoso bosque y en la más temida selva. Esos son los que sobreviven. Los demás... simplemente digamos que, su camino, es... 


limitado.








Así que no seáis débiles ni ignorantes, y elegid sabiamente qué camino tomaréis... 

...y si estáis o no dispuestos a perderos en él.







PD: ¿Habéis visto cómo he empezado con una cosa y la he liado hasta otra? Esto nos demuestra que, al final, todo se reduce a una cosa... y esa cosa... lamento que no existe.