sábado, 30 de abril de 2011

MEMORIAS DE UN AMNÉSICO

Tiempo estimado de lectura: 8-10 min

CAPÍTULO 1

Sentía una fuerte molestia, que rozaba el umbral del dolor, entre las nalgas de mi trasero, mientras me hallaba sentado en aquella incomoda silla de madera. ¿Como había llegado allí? no podía saberlo pero, desde luego, no en muchos sitios se encuentra una habitación en penumbras rodeada de velas aromáticas. Los únicos elementos presentes en la habitación eran, frente a mi, una sobria mesa de roble sobre la cual descansaba una cámara de video, y a mi espalda, una robusta puerta de metal con una ventana redonda incrustada en ella, que permitía ver el exterior y a su vez, ser contemplado desde fuera. Curioso, paredes acolchadas. Pero lo que mas me llenó de pavor fue, cuando me arremangue las mangas de mi especie de mono de color rosa que llevaba puesto en ese instante, descubrir aquel tatuaje en mi antebrazo derecho. El tatuaje era una suerte de corazón atravesado por una flecha en cuyo interior se podía leer D x A. Aquel descubrimiento me llenó de incertidumbre, ¿cuando me había hecho ese tatuaje? ¿Quienes eran D y A? y lo mas importante ¿desde cuando me gustaba a mi el color rosa? Y fue al realizarme estas preguntas cuando me di cuenta de que no tenía ni idea de quien cojones eran yo.

En ese instante la puerta se abrió, y entró en la habitación un señor de escasa estatura con bigote, de unos 40 años, que me resultaba extrañamente familiar, acompañado de un fornido hombre de la mitad de edad con aspecto de segurata. El hombre portaba un trípode, sobre el cual acopló la cámara, que encendió y puso a grabar, retirándose posteriormente junto a la puerta.

El señor del bigote se sentó en una silla cara a mi y habló:

-Buenas, soy el doctor Aniceto, y doy por iniciada la... "sesión".
¿La sesión, que sesión? me pregunte asustado. ¿Que terribles experimentos me tenia preparado el doctor Aniceto? pero entonces reparé en una cosa. El nombre del doctor empezaba por A, como el que se encontraba inscrito en mi tatuaje. Y entonces lo comprendí todo. Las velas aromáticas esparcidas por la habitación, la estancia en penumbra, la cámara de video grabándonos, paredes acolchadas para silenciar gemidos y sobre todo, el fuerte dolor en mis posaderas... aquel señor de mostacho prominente y yo éramos sin duda amantes. La sesión consistía sin ningún margen de error en un encuentro carnal entre ambos. Ahora comprendía la utilidad de la ventana de la puerta. Malditos voayeirs.
Por lo visto aquella era una práctica muy cotidiana, asi que seguramente me ganaba la vida ejerciendo en esto. De modo que sin mas preámbulos, decidí tomar la iniciativa, y ni corto ni perezoso, me abalancé sobre el y le planté con pasión un beso de tornillo en la boca del buen doctor, sintiendo su mostacho rozando mis labios.
 Pero para lo que no estaba preparado, sin embargo, era para la soberana ostia que sentí bajo mi pómulo izquierdo, que me hizo dar de bruces contra el abrillantado suelo, que olía a limón.
Todo lo que en medio de mi creciente confusión atiné a decir fue a formular la siguiente pregunta:

-Pero que sucede... ¿acaso nos va el sado?
-Señor, que estoy felizmente casado y soy padre de tres hijos.
-Ya es la quinta vez que pasa en lo que va de semana- alcancé a escuchar murmurar a "espartacus", el segurata de la puerta.
-Entonces... ¿solo soy una aventura para usted? dígame, ¿es eso?
-Válgame el cielo... No tengo ninguna aventura con ninguna persona, ni mucho menos con usted, así que haga el favor de sentarse y de olvidar este desafortunado incidente.
-Entonces, sino somos amantes, ¿quien es usted?
-Como ya le he dicho con anterioridad, soy su doctor, y usted mi paciente, y dado que ya no me recuerda, creo que vamos a tener que comenzar de nuevo, otra vez, el puto tratamiento desde el principio, que contando esta, ya van 25 veces.
-Claaaroo, "doctor". Entonces explícame ¿porque hay velas aromáticas desperdigadas por toda la habitación?
-Estamos en una época del año con mucha tormenta y, desafortunadamente, un rayo partió anoche en dos el mandarino del jardín, con tal mala suerte que impactó en el generador de corriente, por lo que estamos sin electricidad.
-Ya... ¿y que explicación le podrías dar al mono de color rosa?
-La pobre señora Gertrudis, encargada de hacer la colada, esta ya algo mayor y no se ve ya bien, por lo que sin querer, mezcló la ropa blanca con su braga-faja de color rojo.
-Bien, pero dígame doctor, de no ser amantes ¿como se explica sino el punzante dolor ubicado en mi retaguardia?
-Hemorroides, estimado paciente, son almorranas. Se las detectaron hará hoy tres días. Permítame decirle que en toda mi vida he visto un informe médico tan escalofriante como el que se me presentó en su caso.
-Entonces... ¿me podría decir en que antro, donde no hay luz, el servicio es pésimo y el departamento médico no sabe distinguir entre un chorizo de Burgos y un intestino, ando metido?
-Bienvenido al centro psiquiátrico Hermanitas de la caridad

miércoles, 20 de abril de 2011

Es una Lástima.


Y me hallo aquí, despojándome de mi ira, 

y no es mentira que por un abrazo tuyo mataría... lástima que hayas desconfiado así de mí, que por una tontería hayas tirado mi vida por las cañerías, lástima que no hayas preguntado por si acaso, y hayas caído una vez más en el fracaso. Lástima, que escriba esto por escribir, y que no tenga un verdadero motivo para decir que realmente no me lo merezco, pues carezco de méritos para hacerlo, pero aún así, yo creía, yo sentía... pero bueno, siempre es una lástima. Es una lástima, no hay más, mas no puede haber nada más tonto, nada más que la verdad. Lástima que ya no se pueda valorar ese poder que da la . . ., lástima, que ya no tenga fuerzas ni para escribir lo que para mí antes eras. Es una lástima, una verdadera pena, que por culpa de un malentendido ya me mandes a la mierda. Sí, es una lástima, pero es así. No se puede cambiar. Lo único que dura para siempre, nunca nadie lo sabrá.
Y si alguien quiere que se lo explique, que busque por dentro y encuentre él mismo la verdad.
Es una verdadera Lástima... ¿O quizás no?


Y aquí os dejo el primero de (espero) muchos poemas... quizás no siempre rima, quizás no siempre tiene sentido. Quizás no es lo mejor que hayáis leído... ¿Pero acaso me podéis decir que no ha sido divertido?



PD: Escribir poesía en prosa es más fácil y más entretenido que escribirla en verso... aunque no se puede comparar la belleza de una buena estrofa frente a la vulgaridad de cualquier texto... Cualquiera puede escribir seguido, pero sólo unos pocos pueden rimar a trozos. O eso creo yo, ya sabéis que soy lo más subjetivo que ha dado este planeta, aunque constantemente intento ser objetivo, pero de eso hablaremos otro día. Pues vaya, es casi más larga la posdata que el poema...



Dedicado a todos aquellos que leen este Blog y nos siguen y apoyan.

Gracias.

lunes, 11 de abril de 2011

AMISTAD

Un dia, bien pudiera ser como hoy, me dio por nacer. No sé cuando moriré. Solo se que el paso de los años arroja en tu camino nuevos obstaculos, bifurcaciones con distintas rutas y nuevas personas en el, a la par que la distancia, envidias o rencores apartan a otras tantas de el. Sin embargo sobrarian dedos de la mano para contar cuales de esas personas son quienes terminan por definir nuestro camino y marcan nuestra forma de ser y afrontar la vida, una vez nuestros ojos se cierran en el descanso eterno. Todavia soy joven, y el tiempo dictará sentencia. No obstante, en la retrospectiva que mis pocos años de vida me otorgan, las cerraduras que abren el baúl del alma solo se abren al pronunciarse unos pocos nombres propios. Y el tuyo, escrito con buena caligrafia, figura entre ellos.
Nunca me crei las dedicatorias en agendas o en las fotos de la gente, cuando escriben "amigas para siempre" o "siempre estare ahi cuando lo necesites", cuando los amigos van y vienen, y nunca estas seguro de a quien dejas marchar hoy. Observo con tristeza como simples y absurdas riñas quiebran profundas amistades de largos años en escasos segundos. A veces pregunto a mis padres y veo su mirada plena de nostalgia cuando rememoran sus andanzas de juventud con su mejor amigo de la infancia, al cual hace 35 años que no ven. Porque nada dura para siempre, salvo los recuerdos.
Por eso, me gustaria que, a la vejez, la gente me recordase tan solo en esos momentos de amistad, como yo recordaré los tuyos. Que importa como nos llamemos, se nos conoce por nuestros actos,(decian en Batman Begins), y es verdad. Pero a mi me gusta quedarme con la parte buena de la gente, ya que es esa parte por la cual merece realmente la pena vivir. Y tienes mucho de esa parte. Podria poner una larga lista de adjetivos que te describieran, pero las palabras no definen a las personas, las definen momentos. Y esos me los guardo para mi, hasta que se preste la ocasión de volver a compartirlos.
Por eso nunca dire que siempre estare a tu lado, pues siempre estarás en mi.

                                  Tema de Mago de Oz, cuya letra habla de la amistad





Dedicado a quienes tengan una persona especial en sus vidas.